sábado, 26 de junho de 2010
Interactivo Tubular Bells (Live @ Karl Marx,La Habana, Cuba)
Para quem não conhece, aqui fica uma dica do melhor da música cubana atual.
quinta-feira, 17 de junho de 2010
me veo en tus ojos
como los días en eternidad.
y por demás que intente que sea diferente,
no puedo,
regreso a tus brazos sin nido,
sin verguenza,
porque no hay nada más que me conforte...
nada más que me aliente...
solo si queda ese espacio,
ese pequeño infinito,
donde nosotros fuimos,
somos
y sempre seremos,
una cosa única....
como los días en eternidad.
y por demás que intente que sea diferente,
no puedo,
regreso a tus brazos sin nido,
sin verguenza,
porque no hay nada más que me conforte...
nada más que me aliente...
solo si queda ese espacio,
ese pequeño infinito,
donde nosotros fuimos,
somos
y sempre seremos,
una cosa única....
segunda-feira, 14 de junho de 2010
segunda-feira, 7 de junho de 2010
Como vem chegando a Copa, resolvi postar algo relacionado ao nosso nacionalismo inveterado nessas épocas. Procurei algum texto criativo para copiar aqui , mas nao achei nada diferente, sooo resolvi fazer um textinho por minha conta, de uma brasileira louca por futebol, samba e pelo Rio de Janeiro, mas que vive aqui, do outro lado do oceano....
Ser brasileiro nem sempre é fácil
somos discriminados
e ficamos irritados com o que pensam os gringos do nosso país.
Mas quer saber de uma coisa,
ser brasileiro é isso mesmo.
É acordar cedo e ver se tem sol,
chegar na praia bem cedinho e sair só quando o sol se vai.
Comer sanduiche natural, queijinho, abacaxi,
camarao, pastel, sacolé, acarajé e peixe frito.
é tomar um mate de galao, um guaraná natural.
e aquela cerveza que pode nao ser a melhor do mundo mais com certeza é a mais gelada.
Ser brasileiro é ir a feira todos domingos e ficar pechinchando,
é comer pipoca na rua,
milho verde com manteiga derretida,
pao frances na padaria da esquina
suco de fruta natural,
e chop artesanal.
É tomar banho de mar e cachoeira,
e se sentir novo para mais um dia.
É usar branco no reveillon ,
e ter um milhao de supertiçoes só por ter,
porque nem sabemos de onde elas vem no final das contas.
É rezar baixinho quando a coisa aperta,
sorrir quando nada dá certo,
é ter sempre uma desculpa na ponta da língua,
ser safo,
pensar rápido
e dar um jeitinho.
Ser brasileiro é ser lutador,
é nao desistir nas derrotas
é sempre se levantar com um sorriso no rosto.
É ganhar pouco,
mas tirar o fim de semana de folga só para ver o futebol.
É morrer de raiva com a política, com os governantes
e mesmo assim continuar vivendo.
Ser brasileiro é ser solidário
é nao brigar com o mundo
e nao fazer guerras.
Ser brasileiro é amar o carnaval,
é sair na rua fantasiado,
é conversar com o frentista
com o vendedor ambulante
e com os mendigos.
É confratenizar com qualquer um que leve um sorriso.
É ir atrás dos blocos, beber muita cerveja,
fazer xixi na rua,
perder o chinelo,
e perder o sentido de tanta festa.
É ter uma alegria espontanea,
é cair no samba,
falar alto
e só voltar de manha.
Ser brasileiro é ser único,
é fazer amigos,
é abraçar com vontade
e chorar quando é preciso.
É sempre acreditar num futuro melhor,
é acreditar na vida,
na politica internacional,
e principalmente
sempre acreditar na seleçao.
sexta-feira, 4 de junho de 2010
la ispiración de momentos,
que pasa, vuela lejos por el aire
sabe de ti pero no sabe de más nadie
sale, encuentra, regresa
y se perde
las palabras que se pensa por una ves
solas
huyen por las calles
por sueños increibles
llenos de contradiciones
de ritmo y melodía
que tienen prosa
pero dejan siempre
el deseo de no tener el papel
y simplemente no salir por los dedos....
INDISCUTIVELMENTE... PABLO NERUDA
Innecesario, viéndome en los espejos
con un gusto a semanas, a biógrafos, a papeles,
arranco de mi corazón al capitán del infierno,
establezco cláusulas indefinidamente tristes.
Vago de un punto a otro, absorbo ilusiones,
converso con los sastres en sus nidos:
ellos, a menudo, con voz fatal y fría
cantan y hacen huir los maleficios.
Hay un país extenso en el cielo
con las supersticiosas alfombras del arco iris
y con vegetaciones vesperales:
hacia allí me dirijo, no sin cierta fatiga,
pisando una tierra removida de sepulcros un tanto frescos,
yo sueño entre esas plantas de legumbre confusa.
Paso entre documentos disfrutados, entre orígenes,
vestido como un ser original y abatido:
amo la miel gastada del respeto,
el dulce catecismo entre cuyas hojas
duermen violetas envejecidas, desvanecidas,
y las escobas, conmovedoras de auxilios,
en su apariencia hay, sin duda, pesadumbre y certeza.
Yo destruyo la rosa que silba y la ansiedad raptora:
yo rompo extremos queridos: y aún más,
aguardo el tiempo uniforme, sin medidas:
un sabor que tengo en el alma me deprime.
Qué día ha sobrevenido! Qué espesa luz de leche,
compacta, digital, me favorece!
He oído relinchar su rojo caballo
desnudo, sin herraduras y radiante.
Atravieso con él sobre las iglesias,
galopo los cuarteles desiertos de soldados
y un ejército impuro me persigue.
Sus ojos de eucaliptos roban sombra,
su cuerpo de campana galopa y golpea.
Yo necesito un relámpago de fulgor persistente,
un deudo festival que asuma mis herencias.
con un gusto a semanas, a biógrafos, a papeles,
arranco de mi corazón al capitán del infierno,
establezco cláusulas indefinidamente tristes.
Vago de un punto a otro, absorbo ilusiones,
converso con los sastres en sus nidos:
ellos, a menudo, con voz fatal y fría
cantan y hacen huir los maleficios.
Hay un país extenso en el cielo
con las supersticiosas alfombras del arco iris
y con vegetaciones vesperales:
hacia allí me dirijo, no sin cierta fatiga,
pisando una tierra removida de sepulcros un tanto frescos,
yo sueño entre esas plantas de legumbre confusa.
Paso entre documentos disfrutados, entre orígenes,
vestido como un ser original y abatido:
amo la miel gastada del respeto,
el dulce catecismo entre cuyas hojas
duermen violetas envejecidas, desvanecidas,
y las escobas, conmovedoras de auxilios,
en su apariencia hay, sin duda, pesadumbre y certeza.
Yo destruyo la rosa que silba y la ansiedad raptora:
yo rompo extremos queridos: y aún más,
aguardo el tiempo uniforme, sin medidas:
un sabor que tengo en el alma me deprime.
Qué día ha sobrevenido! Qué espesa luz de leche,
compacta, digital, me favorece!
He oído relinchar su rojo caballo
desnudo, sin herraduras y radiante.
Atravieso con él sobre las iglesias,
galopo los cuarteles desiertos de soldados
y un ejército impuro me persigue.
Sus ojos de eucaliptos roban sombra,
su cuerpo de campana galopa y golpea.
Yo necesito un relámpago de fulgor persistente,
un deudo festival que asuma mis herencias.
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